El riego de un árbol es fundamental para un buen desarrollo de su vida.
Se necesita que se riegue periódicamente y que el agua llegue en profundidad (penetrando en sus raíces), dejando caer el agua poco a poco.
El tiempo que transcurre entre regado y regado depende de varios factores:
- Tipo de clima de nuestra zona
- La época del año (en Primavera necesitan más agua que en Invierno)
- La especie del árbol y variedad.
- El tamaño (un árbol pequeño necesita menos agua que uno grande)
- El tipo de suelo que tengamos (si nuestro suelo es muy arenoso no retendrá casi agua y tendremos que regar más).
La cantidad justa de agua es cuando el árbol deje de absorber dicha agua y empiece a encharcarse la tierra.
Las horas perfectas de riego son, por la mañana o al atardecer para reducir la cantidad de agua que se pierde por evaporación.
Los dos sistemas de regadío mas populares en la agricultura son:
El regadío por goteo y el regadío tradicional por inundación.
El riego por goteo es el más eficiente método de suministro de agua y nutrientes a los cultivos.
Entrega el agua y fertilizantes directamente a la zona del cultivo, en la cantidad correcta y en el momento adecuado, por lo tanto, cada planta recibe exactamente lo que necesita, cuando lo necesita para desarrollarse óptimamente.
El agua y los nutrientes se entregan en el campo a través de un sistema de tuberías llamados “Mangueras de goteo”, las cuales contienen pequeños dispositivos llamados “goteros”.
Cada gotero emite un flujo controlado de gotas que contienen agua y fertilizantes, resultando en una uniforme aplicación de agua y nutrientes directamente a la zona de cada planta a lo largo de todo el campo.
El riego por inundación, es uno de los métodos de riego más antiguos que conocemos.
Los métodos de riego se pueden clasificar por el terreno en donde se encuentra la siembra, si es una pendiente o por el grado de cubrimiento del agua en el terreno.
El riego por inundación sigue siendo muy utilizado, pero para grandes plantaciones y explotaciones agrícolas, no es muy recomendado.
La cantidad de agua que es necesaria y que se pierde con estos métodos es muy superior a otros riegos.